Gran parte de su vida transcurre durante el siglo XX, que estuvo marcado por una serie de acontecimientos de gran relevancia como el establecimiento de EEUU como primera potencia mundial, el movimiento hippie o la Guerra de Vietnam. Sin embargo, destacó la Segunda Guerra Mundial, en la que fue soldado, donde se enfrentaron las democracias liberales con las dictaduras fascistas y comunistas, culminando con el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki. Este conflicto mundial desembocó en la Guerra Fría, que significó la división del mundo en dos bloques enfrentados: el sistema liberal-capitalista y el comunista. Además, debemos destacar el movimiento denominado Black Power que reivindica la igualdad de las etnias dentro de EEUU para acceder a la política o a instituciones académicas. Todo ello afectará de manera directa o indirecta a que Rawls se dedique a estudiar filosofía política.
En lo cultural, se desarrolla una gran revolución tecnológica en medicina, comunicaciones, transporte y energía. Hay un cambio en el modelo científico con las aportaciones de Einstein y Planck. Además, aparecen distintas corrientes artísticas de vanguardia: expresionismo, futurismo, cubismo, dadaísmo, surrealismo y el arte abstracto. Hay una popularización del arte, la música y la ciencia. Asimismo, destaca el monopolio del arte cinematográfico por parte de la industria de Hollywood, que intenta vender el "American Way of Life".
En cuanto a lo filosófico, Rawls toma sus influencias principalmente de Oxford, pues conocerá allí con Isaiah Berlin, un pensador liberal con el que se va a sentir muy identificado y que asentará la base filosófica del Derecho del momento. Rawls revitalizó la tradición contractualista, desde un punto de vista analítico, con su Teoría de la Justicia que consideraba que este concepto, el de Justicia, es el clave desde el punto del vista político. Existen una serie de corrientes que se contrapones a su filosofía, tales como Utilitarismo, el Liberalismo y el Intuicionismo